15 de septiembre: Martes de Control

No es mucho, es cierto, pero hoy son 300 gramos menos y estoy feliz.
¿Cómo explicarles? Siento orgullo de mí misma...tanto como nunca antes lo habia sentido. Orgullo por la constancia, por el esfuerzo, por la fuerza de todos los días para decir NO.
No, porque es inevitable que la gente siga comiendo alimentos de altos valores calóricos en frente mío. No porque siempre hay un desubicado que sosteniendo una porción de torta con mucho chocolate me ofrece un poquito. No, porque en la heladera de mi casa sigue habiendo comida chatarra y muchos platos elaborados que me están prohibidos. No, porque a casa siguen viniendo sobrinos que me piden "algún chocolate".
Tengo muchos no y a cada segundo debo pronunciarlos. La tentación es muy grande. La ansiedad mucho más pero evidentemente mis fuerzas y mis ganas de superarme tanto como lo estoy haciendo, tienen las de ganar por el momento.
Se que un día, voy a despertar y de repente voy a sentir que me quiero, que me veo linda y me gusto. Uno de estos días voy a mirarme en la mirada de los otros y comprenderé que el esfuerzo, los no, el compriso y todo lo otro...valieron la pena.

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