30 de agosto: Yo versus 1 docena de facturas

No tengo demasiada cosa linda para contarles. Lo único que quedó de este día tremendo, fueron las incontrolables ganas de darme terrible panzazo con la docena de facturas que trajo Isabel para el té.
Un terrible domingo en el que mi humilde morada fue epicentro de la reunión femenina. Fueron llegando sin apura cada una de mis amigas y cuando por fin estuvimos todas, Isabel propuso ir hasta la panadería a comprar “algunas cositas ricas”, claro que de todas esas maravillosas cositas, yo no iba a poder probar bocado por lo que me acerqué la etiqueta de cigarrillos, busqué un yogur descremado de la heladera (que por cierto son intragables) y preparé algunos matecitos para poder sobrellevar este domingo, con las delgadas de mis amigas engullendo factura tras factura.
Para la cena, ya derrotada, y mientras mi estimado concubino saboreaba un exquisito pedazo de lomo grillado con no se qué, yo me disponía a excavar entre la lechuga hasta convencerme de que aquel plato que tenía ante mis ojos, sabería tanto o más deliciosa que aquella guarnición que él masticaba felizmente a mi lado.
Honestamente, así no llego ni a cumplir 10 días, pero por el momento mi conducta es impecable, veremos que opina Sra. Nutricionista cuando asista a mi primer control, que dicho sea de paso, es precisamente mañana...

1 comentario: